lunes, 5 de mayo de 2014

Biografía fractal


                                Osvaldo Baigorria
                                        Néstor Sánchez 

Néstor Sánchez nació en 1935 en Buenos Aires. Escribió Siberia Blues (1967), Cómico de la lengua (1973) y La condición efímera (1988), entre otras obras. Un día, recibió una revelación sagrada de la mano del escritor armenio Georgi Ivanovitch Gurdjieff (1872-1949) y desde entonces, se alejó de las instituciones, las letras y todo lo que consideraba profano. Había nacido un misterio en el campo cultural: una figura mítica y escurridiza. A Osvaldo Baigorria este misterio lo convocaba tanto que hizo un libro al respecto. Crónica al tiempo que biografía autobiográfica, Sobre Sánchez es un texto que bordea la figura del enigmático escritor; libro cuyo narrador se manifiesta a través de la búsqueda del otro. Su construcción remite, quizás adrede, a la lógica lúdica de Rayuela, puesto que tiene doble entrada de lectura: lo primero que encontramos es una advertencia que propone, o bien el abordaje lineal (de modo tal que las notas al final, que conforman el capítulo III, no se leerían en hipertexto sino como continuación de las partes precedentes), o bien la lectura atenta de esas notas, que ayudan a la construcción ficcional del biógrafo y su pesquisa. El primer y el segundo capítulo se titulan “Voodoo Child” y “The Néstor Sánchez Experience”. El cuarto capítulo presenta “Libros y artículos consultados”. La narración de “Voodoo Child”, que responde más al perfil periodístico o a la crónica de una investigación personal, contrasta con el academicismo de la última parte, plagada de notas al pie. En estas notas abunda la exposición de las fuentes (entre otras, la revista de los años ’80 Cerdos y peces) o las referencias a las anécdotas propias); y esto quizás sea también una invitación al lector a realizar su propia búsqueda del biografiado. El texto repone todo un universo de significaciones. Por ejemplo, si Sánchez va a ser perfilado como un lumpen, Baigorria cree necesario explicar cómo concibe la palabra a partir de su propia experiencia lumpen. La genealogía de lecturas compartidas con el escritor es uno de los caminos que encuentra Baigorria para responder a sus dos preguntas iniciales: cómo fue la vida de Néstor Sánchez durante su alejamiento de la industria editorial y durante sus días de clochard en los países del Hemisferio Norte y cómo se gestó su renuncia a la escritura frente a una consagración en camino.
Esta crónica/biografía exacerba el valor retórico de la conjetura y la falta de certeza. Así, las incertidumbres del cronista se capitalizan como algo positivo y son materia de reflexión: “Supuestos, conjeturas, nadie sabe, la biografía es un género tramposo: no se puede escribir una vida a menos que se la toque por encima, como si se improvisara.” Precisamente, de la escritura en free jazz y sin standards hablaba Sánchez en los bares porteños según los recuerdos de Ricardo Piglia relatados por Osvaldo Baigorria. De modo que esa analogía entre improvisación y escritura perfila al personaje biografiado.
La caracterización del lugar desde donde se escribe, también construye la posición enunciativa: la isla del Delta del Paraná, con recursos limitados y sin beca de investigación. Esa lejanía geográfica y temporal entre Baigorria y Sánchez, es más bien una ventaja e impone al biógrafo una suerte de viaje y “experiencia” del otro. 

Las lecturas de Baigorria resultan la fuente más apropiada para interpretar los indicios: Jack Kerouac, Osvaldo Lamborghini, Maurice Merleau-Ponty, Aldous Huxley. La de Baigorria es una biografía beatnik, tanguera, jazzera, viajante, y nos recuerda que las fuentes son tan falseables como la memoria. Para él, su libro habría pasado de biografía fallida a postautobiografia: “Es como un fractal. Cada fuente me remite a otra y otra más. (…) hay que trabajar mucho para acercarse a la experiencia vivida por otro. Me pregunto hasta dónde, si es posible aproximarme, o si no estaré proyectando sin querer mis propios fantasmas sobre los agujeros negros que deja la estela de una vida pasada. Pero no tengo más remedio que intentarlo.” Sobre Sánchez es también un estado de la cuestión sobre la relación con un oscuro objeto de deseo que imanta al autor de manera inexorable. 
                                                                                             Yael Tejero

1 comentario:

  1. Me parece muy interesante que uno de los caminos que recorre el autor sea el de las lecturas compartidas con Sánchez.
    Muy buena la frase "(...) y nos recuerda que las fuentes son tan falseables como la memoria".

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